La revolución digital y la irrupción en el mercado de los nuevos dispositivos electrónicos han favorecido el desarrollo de los libros de texto electrónicos, tabletas y otras herramientas (portátiles, convertibles, etc.) que están llamados a ser los sucesores de los libros impresos, utilizados tradicionalmente en los colegios y centros escolares como principales soportes para la educación y aprendizaje de los alumnos. ¿Pero cómo está siendo este proceso? ¿Se eliminarán definitivamente los libros de texto por tabletas digitales? ¿Qué beneficios aportan para su uso educativo con respeto a los libros convencionales?
Hay que señalar que este proceso de cambio se viene acometiendo desde hace algunos años de manera progresiva en los centros escolares de España y muchos países del mundo como consecuencia de la revolución digital y puede considerarse totalmente lógico a tenor de las ventajas que conlleva para el aprendizaje y enseñanza de los alumnos.
Igualmente hay que destacar que la inserción de las tabletas electrónicas es uno de los recursos más utilizados en la digitalización e introducción de las TIC en las aulas -por encima de otras herramientas como pizarras digitales, portátiles, entornos virtuales de Internet, etc.-, y que están siendo introducidas junto a proyectos y metodologías educativas concretas cada vez más aceptadas (aprendizaje por proyectos, aprendizaje colaborativo, pedagogía inversa), que están alcanzando notables éxitos en cuanto a la mejora del rendimiento y desarrollo educativo y personal de los alumnos.
Es por ello por lo que las editoriales del sector educativo vienen haciendo una apuesta fuerte en los últimos años por ofrecer y ampliar sus contenidos y recursos digitales destinados a las tabletas y dispositivos digitales para uso educativo, puesto que son una de las grandes herramientas del presente y del futuro en este ámbito.
Ahora bien, la implantación de estos dispositivos se viene llevando a cabo generalmente a través de dos modelos: sustituyendo a los tradicionales libros de texto o bien utilizándolos como herramientas de apoyo para el desarrollo de las enseñanzas. Y decimos esto último porque en muchos centros escolares los libros de texto están siendo eliminados o sustituidos por los contenidos educativos que ofrecen las tabletas, pero los alumnos sí siguen usando otras clásicas herramientas como los cuadernos y libretas de papel, indispensables para tareas como aprender a leer, escribir, hacer dictados o ejercicios de matemáticas (aunque también se están utilizando cada vez más los lápices digitales).
¿Pero por qué las tabletas están siendo introducidas en la enseñanza? ¿Cuáles son los factores o ventajas que están impulsando este cambio?
En primer lugar, se trata de nuevos instrumentos que facilitan una enseñanza individualizada a la vez que participativa, con infinidad de recursos que contribuyen a un mejor conocimiento y asimilación de los contenidos educativos, basando el aprendizaje en la aplicación de los conocimientos al mundo real. Son mucho más que simples libros de texto, que ofrecen una gran variedad de posibilidades (imágenes, vídeos, gráficos), son hipertextuales, interactivos, hasta personalizables por el profesor y fácilmente actualizables. Captan la atención de los alumnos de una manera más intensa y potencian la memoria fotográfica y la creatividad, entre otros aspectos.
Asimismo, es especialmente importante en la educación de alumnos con discapacidad o necesidades especiales, ya que permiten que su desarrollo cognitivo y escolar sea mucho mayor. Desde alumnos autistas que pueden aumentar sus cotas de comunicación y relación con otros compañeros gracias a realización de juegos o ejercicios comunes hasta estudiantes disléxicos que leen con mayor facilidad los textos digitales al poder aumentar el tamaño de las letras.
En cuanto a las materias y contenidos educativos específicos, es una excelente herramienta para el estudio de idiomas o geografía, por ejemplo, gracias a los componentes gráficos y audiovisuales, y favorece la comprensión, la lógica y la agudeza mental en otras como las matemáticas o la química. Así, gracias a las posibilidades de interacción y trabajo en equipo que ofrecen las tabletas, los alumnos sienten que aprenden mientras juegan o transforman el estudio de la tabla periódica en una experiencia mucho más entretenida e interesante. O lo que es lo mismo, no perciben la educación como una obligación sino como una parcela más de su desarrollo personal, nutrida de entretenimiento y diversión.
Por otra parte, desde el punto de vista material, las tabletas aglutinan en un sólo soporte físico los contenidos de todos los libros de texto, lo que supone un ahorro considerable en el peso de la mochila o cartera de los alumnos, evitando así que puedan sufrir dolores o problemas de espalda.
Es igualmente importante destacar que el software y los programas de las tabletas son actualizables y renovables cada curso sin que supongan grandes gastos, frente a los libros de texto que habitualmente se cambian cada varios años en el programa escolar, y que, por tanto, suponen serios desembolsos para las familias. Y, por último, pero no menos importante, tienen un menor impacto medioambiental que los libros y además se pueden reciclar.
En conclusión, un cambio en el sistema de aprendizaje en plena transformación digital que conlleva multitud de ventajas para la educación de los alumnos pero que no tiene por qué significar el adiós definitivo al papel, como también está ocurriendo en otros sectores y ámbitos, a pesar, eso sí, de su pérdida de presencia y protagonismo.